Un manejo admirable de la deuda pública
Carlos Capistrán
La disciplina en las finanzas públicas ofrece espacio de maniobra en política fiscal. Las políticas fiscales contracíclicas que siguieron a la crisis económica llevaron al gobierno a desviarse de sus normas de presupuesto balanceado. Sin embargo, su posición responsable encaminada a gradualmente reducir el déficit público ha mantenido saludables las finanzas públicas. En la primera mitad de 2011, los altos precios del crudo al igual que mayores ingresos no petroleros han llevado a los ingresos gubernamentales a crecer 4.6% anualizado en términos reales, mientras que los egresos mantienen un déficit moderado consistente con el aprobado por el Congreso (0.5% del PIB) para 2011.
El prudente manejo de la deuda ha mantenido la deuda pública en niveles bajos (30.7% del PIB) y se ha centrado en reducir la vulnerabilidad de los pasivos a los choques externos. Como resultado, el promedio de la madurez de la deuda doméstica mejoró a 7.4 años en la primera mitad del año, de 6.3 años en 2009. La participación de la deuda extranjera con respecto del total cayó de 47% en el 2000 a 13% del total en 2008. Aún cuando esta cifra ha incrementado –beneficiándose de menores tasas internacionales- las autoridades han anunciado recientemente que todas las obligaciones financieras para 2011 y 2012 han sido pre-financiadas.
La inflación permanecerá bajo control y anclada a las expectativas
Una inflación baja y estable ofrece espacio de maniobra para la política monetaria. La inflación ha permanecido estable desde 2011. Mientras que promedió 4.49% de julio de 2001 a julio de 2011, la inflación anualizada a la fecha es de 3.40%. Más aún, las condiciones de rezago en la economía y el lento paso de la reducción en la brecha de producción apunta a que no hay presiones en el lado de la demanda en el corto plazo. Adicionalmente, la transmisión de la depreciación del intercambio de divisas a los precios al consumo es relativamente pequeña. Asimismo, las expectativas inflacionarias permanecen bien ancladas aunque no en la meta de 3%. Mientras que el consenso espera una inflación general de 3.6% para el final de 2011 (BofAML 3.49%), las expectativas inflacionarias de largo plazo están en 3.5%.
Cuentas externas balanceadas
Las cuentas externas saludables permiten que la tasa de intercambio opere como un colchón. De manera adicional al perfil de amortización de deuda externa manejable, el déficit moderado de cuenta corriente de 0.5% del PIB en el primer cuarto de 2011 se espera que permanezca completamente financiado por inversión extranjera directa. De hecho, la encuesta de expectativas de Banxico muestra que el consenso espera un déficit de $15.1 mil millones de dólares en 2012, con IED en niveles de $20.9 mil millones de dólares. Como resultado, no hay presión a la alza para el Peso por las cuentas externas, que se suma al reducido déficit fiscal y a la baja transferencia del tipo de cambio actuando como colchones ante choques externos.
El sistema financiero sigue fuerte
Un sistema financiero relativamente fuerte ayudará a que el crédito se recupere. En contraste a otros países, el sistema bancario de México, que tiene un índice de capitalización de 15.6%, se enfrenta a un marco regulatorio más activo. De hecho, fue uno de los primeros países en crear un Consejo de la Estabilidad del Sistema Financiero. La última prueba de estrés mostró que el cociente de capital bancario caería a 10.6% en el peor escenario, todavía por encima de los requisitos internacionales de capital mínimo. Aún cuando el crédito bancario cayó sustancialmente después de la crisis, el crédito ha crecido a un promedio de 8.1% en lo que va del año, y apoyado en un sector bancario fuerte, ha tenido espacio de maniobra sin tener que crear presiones inflacionarias.
Todavía hay armamento disponible, por si acaso.
Con las reservas internacionales a niveles históricos y la línea crediticia contingente con el FMI, México tiene todavía armamento para enfrentarse a choques externos. Mientras que las ventas de dólares por Pemex continúan siendo la principal fuente de reservas internacionales –beneficiadas por los altos precios del crudo- Banxico ha acumulado casi $8.5 mil millones de dólares a través de sus opciones put en operaciones a mercado abierto desde 2010. Como resultado, las reservas internacionales están en 134.5 mil millones de dólares sumándose a la línea de crédito del FMI de $73 mil millones de dólares, reflejan que las autoridades financieras están preparadas en caso de que una alta volatilidad financiera se traduzca en estrés para el mercado doméstico.
Sin embargo, vemos algunos riesgos en el panorama
Hay algunos riesgos en los que creemos que las autoridades deberían de centrarse. Los fuertes vínculos con EE.UU. en un frágil entorno económico muestra la necesidad de continuar diversificando el intercambio comercial de México y promoviendo nuevas fuentes de crecimiento doméstico. Si se materializa una recesión en EE.UU., la producción de México probablemente le seguiría. Cabe señalar que nuestro equipo de economistas proyecta un 40% de probabilidad de que se dé una recesión en EE.UU. en los próximos 12 meses.
Asimismo, considerando que los dos principales bancos por tamaño de activos, son subsidiarias de bancos españoles, un empeoramiento de la crisis de la deuda europea podría llevar a una salida sustancial de capital. Aún cuando las autoridades han avanzado en limitar los préstamos bancarios a las matrices extranjeras, creemos que el CESF debe mantenerse vigilante de estos bancos. Finalmente, los flujos de portafolio han sido considerablemente altos, especialmente en activos de renta fija. Mientras que la posesión por extranjeros de Cetes ha incrementado sustancialmente a 30.3% en agosto, de 8.7% el año pasado, su posesión de MBonos incrementó a 40% de 26.2% en el mismo periodo. Por tanto, los participantes de mercado podrían encontrar difícil el llenar esta brecha en caso una reasignación severa de portafolios.
México: el PIB se modera a 3.3% en el segundo trimestre de 4.6% en el primer trimestre de 2010, tras fuertes avances en el sector industrial (3.4% anualizado) y de servicios (3.6% anualizado). Como resultado, la actividad se expandió 3.9% en la primera mitad de 2011. Ajustado estacionalmente, el PIB creció 1.1% trimestre contra trimestre en el primer cuarto. La actividad económica avanzó, a pesar de las disrupciones al sector automotriz en el principio del cuarto. Aunque creemos que la actividad continuará creciendo por encima del potencial, vemos un riesgo a la baja para nuestras proyecciones del crecimiento del PIB.