El experto en física del estado sólido profundizó sus investigaciones en el conocimiento de los superconductores y la interacción de la radiación electromagnética con los materiales semiconductores, siendo estos estudios de gran potencial para aplicaciones industriales y tecnológicas.

En México, su trabajo fue reconocido al ingresar como miembro correspondiente de la Academia Mexicana de Ciencias el 7 de mayo de 2002, ocasión en la que dictó la conferencia “Los isótopos estables y sus aplicaciones en ciencia y tecnología”. En 2010 recibió el grado de doctor Honoris Causa por el Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav).

En esta última ceremonia se resaltaban los estudios de Cardona Castro como pioneros y decisivos en la evolución de la tecnología electrónica y la revolución tecnológica que representaban los materiales semiconductores, razón por la que el científico español se empeñó en transformarlos en punta de lanza del desarrollo tecnológico del siglo XXI.

“Sin los semiconductores -añadía uno de los participantes en el acto-, serían inconcebibles las computadoras, teléfonos celulares, o las cámaras digitales; por mencionar algunos instrumentos”.

Su colaboración con grupos de investigación mexicanos siempre fue sólida, estrechando lazos con instituciones mexicanas como fueron el Departamento de Física del Cinvestav, la Escuela Superior de Física y Matemáticas del IPN, el Instituto de Comunicaciones Ópticas de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla e Instituto de Física de la UNAM, entre otros.

La contribución del doctor Cardona Castro en la formación de recursos humanos en nuestro país fue destacable, ya que varios investigadores mexicanos reconocidos pasaron por su laboratorio como estudiantes de doctorado o como posdoctorantes.

De los físicos más prominentes

Manuel Cardona (Barcelona, 7 de octubre de 1934) era considerado uno de los mejores  físicos en el mundo, uno de los ocho más citados en la literatura científica internacional desde 1970 y autor de más de mil 270 publicaciones, lo que habla de la calidad e intensidad del trabajo del científico catalán.

Sus monografías xon más referencias son Espectroscopía de Modulación (1969), Dispersión de la luz en sólidos (9 volúmenes), Fotoemisión en sólidos (2 volúmenes) y Fundamentos de semiconductores, (2010, 4ª edición)

Después de obtener en 1955 la licenciatura en ciencias físicas en la Universidad de Barcelona, logró los grados de doctor en las universidades de Madrid y Harvard. Durante los inicios de su carrera trabajó en RCA (Princeton y Zürich), en los Laboratorios Bell, así como en las universidades estadounidenses de Brown y Pensylvania, y en la Universidad de Buenos Aires. En 1971 se incorporó como director del recién fundado Instituto Max Planck para la Investigación en Estado Sólido, en Stuttgart, considerado a nivel mundial como uno de los centros de excelencia en la investigación de la física del estado sólido y de materiales.

Asimismo, durante su trayectoria obtuvo un sinnúmero de distinciones y reconocimientos, entra ellos el Premio Príncipe de Asturias, en  1988 (que compartió con el científico mexicano Marcos Moshinsky), los premios Frank Isakson y John Wheatley otorgados por la American Physical Society; la beca Guggenheim, así como más de una decena de doctorados Honoris Causa en importantes universidades del mundo.

Fue miembro de la Fundación Nacional Alemana de la Ciencia, del Consejo Científico de DESY en Hamburgo y de la Academia de Ciencias de Estados Unidos, entre otros cargos.

La Academia Mexicana de Ciencias lamenta su deceso. Redacción