Esto es posible en desde observatorio HAWC (High Altitude Water Cherenkov Observatory) de rayos gamma, que comenzó ya sus labores de observación a través de los 100 detectores de Cherenkov, de los 300 que tendrá al final, de acuerdo con el proyecto original.
Es un observatorio astronómico no convencional, desarrollado por científicos e instituciones nacionales y de Estados Unidos, que pondrá a México en la frontera del conocimiento científico y tecnológico en esta rama de conocimiento, dijo Alberto Carramiñana Alonso, director del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica.
Explicó que, concebido desde 2005, en 2009 este proyecto científico mexicano se consolidó como el más importante para la astrofísica de altas energías.
En 2011, luego de resolver problemas de diseño y logística relacionados con la gran altura del sitio, se concluyó un arreglo prototipo de siete detectores de Cherekov que permitieron afinar los detalles para la construcción de todo el sistema.
Ya en 2012, la instalación de 30 detectores permitió la calibración de los instrumentos a través de la observación de la sombra de la Luna aprovechando el hecho de que el satélite terrestre bloquea el paso de los rayos cósmicos.
Para el 1 de agosto del presente año, el observatorio estuvo ya en condiciones de iniciar los trabajos de observación y análisis para que fue diseñado, aunque su terminación completa se prevé para 2014.
Cada detector es un enorme contenedor de 180 mil litros de agua ultra pura de casi cinco metros de altura y 7.3 metros de diámetro que en el fondo tienen cuatro detectores de luz de muy alta sensibilidad para registrar las partículas y radiación más energética del universo.
Esta se encuentra en el rango de 100 Gv y 100 Tv, es decir, billones de veces más energética que la luz visible, se explicó en conferencia de prensa celebrada en el Instituto de Astronomía de la UNAM.
Los rayos gama, y los rayos cósmicos, que podrán ser detectados y analizados en este observatorio, se generan a partir de los cataclismos más violentos del universo, como los choques de estrellas de neutrones, la explosión de supernovas o la formación de agujeros negros, explicó Carramiñana, responsable del proyecto Hawc por México.
Cuando estos rayos llegan a la tierra bombardean la atmósfera e interactúan con las moléculas que encuentran a su paso, el resultado de las reacciones son una serie de partículas y radiación que este observatorio detectará para ampliar el conocimiento de la forma en que el universo se desarrolla.
Las partículas de la cascada al entrar al agua emiten un tipo de luz conocida como luz Cherenkov, por el nombre de su descubridor, fenómeno que se aprovecha en este nuevo observatorio cuya vida útil se prevé hasta 2024, según los científicos que participaron en la conferencia de prensa, donde se dieron a conocer los detalles de la operación del obsevatorio.
Reconstruyendo la señal observada en todos los detectores y analizándola mediante la electrónica y el equipo de alta precisión que se tiene en el observatorio, es posible que los científicos determinen la energía, dirección, tiempo de arribo, origen y naturaleza de la radiación y las partículas que forman los rayos.
El financiamiento -que al final se estima en 10 millones de dólares- para la construcción de este observatorio provino del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE).
Así como de las instituciones estadunidenses Nacional Science Foundation, Los Alamos National Laboratory, Deparment of Energy y la University of Maryland. Notimex
Ciudad de México.